jueves, 30 de octubre de 2008

ya no te amaré al despertar

Ya no te amaré al despertar, lo prometo.
Serás sol de invierno que se pierde con el cubrir de las nubes, mientras el día durará como un porque en noche triste y desolada.
Seremos ciegos sin compromisos en el día, mascaras de felicidad, sin embargo cada día será mas fría y no volverán los cantos ni cafés por la mañana.
Me convertiré en inventor de actitud sin Venus en el cielo, seremos perfectos extraños que ni coincidieron en una despedida aun siendo protagonistas de la tarde...

Empieza a soñar

Yo creo que sería parte de la vida, convivir con tu desorden y creer que eres ordenado. Ya las hojas se encargaran de vivir su batalla, y solo sobrevivirán los que tengan que sobrevivir. Esto será el armagedon de lo ideal, el punto irracional de lo real. Poemas, ensayos, batallas épicas, sonetos, versos, narraciones, frases, palabras, incluso pensamientos, hundidos todos en el más profundo sueño de melodías.
Anda coge tus alas y acompáñame, deja todo en una maleta ¡es una magnífica noche!
Disparan dardos tintas de colores y caen plumas renacientes ¡es un tipo de magia!
Permíteme añorar la libertad… ¡ser libre!
Yo creo que algún día me salvaran, cuando ya perdido de tanta batalla termine en la constelación triste de las olvidadas y felices luces. Olvida todo lo que has aprendido, empieza a soñar…

lunes, 20 de octubre de 2008

dos cuerpos se escapan del día

Nunca supimos de que hablábamos o del porque lo hacíamos, siempre congeniamos, que extraño sentir. Yo la quería, nunca supe si ella sentía lo mismo, no se cuanto hubiera cambiado mi vida si la hubiera besado aquella noche, lo cierto es que nos parecíamos tanto que muchas veces nos comprendimos con tan solo llamas en los ojos o frases sin terminar, no se si así era mejor o peor, tan solo pasaba. Como siempre pasa, dos caminos se encuentran en un solo punto, y la noche de ese punto se hace demasiado larga. Ya al día siguiente éramos perfectos desconocidos que conocíamos nada y todo de uno y el otro. Perfecta confusión.
Nunca supimos de que hablábamos o del porque lo hacíamos, siempre congeniamos, que extraño sentir. Eres única y tú lo sabes, personas como tu tan solo una vez en la vida. Eso le dije en alguna noche fría frente a un parque, quedó confuso el aire y sonrió. A veces siento que me quedan mares de frases por decir, y a veces ya no tengo porque decirlas, por una extraña razón al vernos las frases sobran y las sacrificamos al palpitar del corazón. Curiosos días, parece como si un terco y obstinado destino nos hubiera querido juntar de alguna u otra forma…
Nunca supimos de que hablábamos o del porque lo hacíamos, siempre congeniamos, que extraño sentir. A penas concebí el hecho de que estaba saliendo con alguien, cuando yo terminaba de encontrar el amor en algún otro lado, fue esa noche que enfrascado de recuerdo y confusión, no pude besarla. Me asusta tanto saber que se parece tanto a mí, que al final terminaríamos en mundos distintos sin opción a reclamos. El tiempo juzgaría nuestros días, y hasta ahora quiere que sigamos hablando sin razón, pasando invierno y primavera, uno distante del otro. Que extraño sentir.

entre la bulla y el silencio

Sentado entre la bulla y el silencio,

La infinidad de un lucero y el humo de algún cigarrillo;

Reconocí el amor de mi vida

Quedé estático por un momento

Y cayeron hojas maltrechas por el tiempo.

Eran de esas miradas que duraban “para siempre”.

Desnudamos nuestros labios,

Y derramamos sangre de dolor

Mientras la noche coreaba alguna despedida.

Para cuando los puntos se detuvieron

Morimos en silencio, tu en la bruma y yo sentado en el rocío…

Y pensar que nunca serás mía

Que tan solo fuiste esa “mirada para siempre”…,

Aunque para siempre quedó tu mirada en la noche y en mi silencio.

domingo, 12 de octubre de 2008

d'gorje

Soy una enredadera de cabellos
que espera a que se oculte el sol
escuchando una melodía en las nubes.
Soy una encrucijada de pañuelos y cadenas
con gotas de inocencia.
Soy el alma de muchos espíritus,
la sangre de muchas rosas,
el errante de los días y las noches
que descansan en campos de iras y dolores.
Tan solo un cuento,
que como alegrías y fulgores de cada amanecer
los dedico en altares
para convertir cada rosa en una mujer...