martes, 12 de octubre de 2010

Podría haber robado un verso

Podría haber robado un verso y decir sutilmente que me palpita el alma de escuchar las estrellas trémulas y tristes. O señalar como buen romántico que me gano la vida muriendo de amor, incrustando en la luna las penas de un soñador empedernido.
Irremediablemente descarriado.
La nube descalza pisa el suelo y tiene forma de duda.
Podría, en forma de halago, decirme ami mismo: inverosímil, y agradecer los mil pañuelos de sueños compartidos, de calles abandonadas, de la fantasía y su desequilibrio, de golondrinas claras y oscuras, de sauces muertos de amor y mi corazón desesperado.
Decir que escribo todo y nada, jugar mis propias mentiras, dejar el anonimato.
Decir que lloro de todo y por todos, que mi máximo anhelo es vivir, que mis pensamientos de plumas muelen mis sueños y las ansias no me dejan dormir.
Podría haber dicho después, que nada de esto es cierto. Que yo no existo, que soy un sueño. Que se olviden de todo lo aprendido, que empiecen a soñar...
Hoy me preguntaron si era poeta, y como buen romántico empedernido, hice una mueca y respondí: No. No soy nada.

lunes, 14 de junio de 2010

Garlet

Cuando me sorprende el fuego del ocaso
Y deshacen en doradas escarlatas las nubes altas
Pienso: ¡OH que tierna eres! ¡Y enigmáticamente bella además!
Tras abrir el catedral del silencio
Y susurrarle el destino al oído.

Tu mirada se pierde en el horizonte,
En el rosedal de las sombras
De golpes de las hojas de otoño
Con el viento dorado traslúcido de la piel.

En la mesa, se incendia en auroras el mantel persa,
Mientras lo sostiene el albino de tus manos
Tras la línea del cielo, de la luz
Y la fragilidad de los sueños
Y de las cosas que veo.

Y tus labios violeta queda
Y el manto en tu piel
Reflejo fiel de la vida
¡OH mi bella majestuosa!

Parece que mi pena
Volcara en tus ojos
Un perfume de oasis
De silencios melancólicos.

Y mis secretos fueran tiritando
Tu traje rosa y verde
Del cielo crepuscular
Que el sol acaricia…

martes, 4 de mayo de 2010

podría el color

Podría el color rojo escarlata
Verse envuelto en el cielo
Ahuyentado solo por el soplido
De la degradación del día.

Interrogado solo por el aroma
De una flor marchita
Quebrantada sólo por el sueño inefable
De la locura.

Podría siquiera el color
Arrumarse a la fantasía
Del capitulo más noble de las lágrimas
Y el agujero más agrio de las decepciones

Mantenerse en esos lugares
Tan polvo en tiza
Encrespada en el rojo de azahares
De los sentidos
Y el rojo escarlata
De las emociones.

Podría el color rojo escarlata
Verse envuelto en el agua
Como una rosa marchita.

Podrían los ojos sumergirse con ella,
Como unos cómplices prófugos de la alcoba
Envueltos de pudor, y no poder salir nunca,
Presos de la imaginación…