Delante del río azulado
Muerte del ave en vuelo
Cuerpos viendo el si o el no
La creación del urbanismo.
Marea y puntos negros
Animales comiendo carne
Viento sin rumbo
Hojas desorientadas.
Funerales y su mausoleo
La ciudad y sus penas
Perros hambrientos
Niños pidiendo dignidad.
Alma en pena
La casa llena
Mi tía,
La puta maldad.
Fuego que no es del infierno
Llantos que no son de los ojos
Un: “no te extraño”
Cuerpos sin ideal.
Si no se nota la tristeza
Vean las gotas
Los dedos más allá de los ojos
Si no se nota el cielo
Vean la almohada
Más allá de sus sueños.
sábado, 12 de septiembre de 2009
viernes, 11 de septiembre de 2009
los besos que calan en los huesos
Los besos que calan en los huesos, en el alma
Como sombras que mueren en la noche.
Despojan con criterio
La poca dignidad que queda.
Roban un certero golpe
Con ley de espontaneidad y el toque de queda.
Y siguen su camino
Con lluvia de pañuelos.
Y se pierden en la línea del mas allá, del infinito.
Entonces, encontrar la brújula
Resulta una tarea difícil
Encontrarse en la cama
Y en espejos descoloridos.
Encontrarse en cada beso
En cada amada.
Solo una noche,
Tarea ya pasada.
Recuerdos en el bolsillo
Dejados en un sillón cercano
O en el confuso asiento
Del paradero del futuro.
Y siguen su camino
Con lluvia de pañuelos.
Y se pierden en la línea del mas allá, del infinito.
Como sombras que mueren en la noche.
Despojan con criterio
La poca dignidad que queda.
Roban un certero golpe
Con ley de espontaneidad y el toque de queda.
Y siguen su camino
Con lluvia de pañuelos.
Y se pierden en la línea del mas allá, del infinito.
Entonces, encontrar la brújula
Resulta una tarea difícil
Encontrarse en la cama
Y en espejos descoloridos.
Encontrarse en cada beso
En cada amada.
Solo una noche,
Tarea ya pasada.
Recuerdos en el bolsillo
Dejados en un sillón cercano
O en el confuso asiento
Del paradero del futuro.
Y siguen su camino
Con lluvia de pañuelos.
Y se pierden en la línea del mas allá, del infinito.
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