... perdido en el asiento trasero del caballo plateado que se detiene ante la inmensa luz rojiza del frente... un mulato yacía en punto de encrucijada tocando guitarra y recitando poesía, mientras miles de sombreros caminaban al parecer sin rumbo.
uno se detuvo -¿porque tocas y recitas, si eso no te ayuda a vivir?-
las cuerdas sonaron a tormenta y se detuvieron de golpe, como de golpe cerrarían una puerta.
apenas abrió un ojo y prendió un cigarro -por la misma razón que caminas y el humo se escapa de mi boca- ...
1 comentario:
profeta
Publicar un comentario