Un vagabundo va en línea al delirio,
En marcha se ven los cuerpos negros.
Empieza el calor endiablado,
Las deformaciones humanas.
El paso en procesión se hace lento y trágico,
Los cantos muerden el polvo.
Y caminan los cuerpos
A ojos cerrados y sin mirar atrás.
Un muro de lamentos se une a los pensamientos,
Un loco llora salvación e insulta.
Un gigante despierta,
Lo come vivo.
Cuervos despojan los ojos de las almas,
Caballos salpican de fuego los cuerpos.
Al terminar el camino, un aire a morfina
Y un agujero inmenso.
Caminé sin razón
Y cada vez más débil,
Apunto de entrar
Me quede dormido.
Pulsaciones extrañas y una luz,
No dejaron entrar al vagabundo.
Alguien por la noche lo salvó.
Una lira del viento, una mujer…
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