jueves, 8 de enero de 2009

paranoia

Un vagabundo va en línea al delirio,
En marcha se ven los cuerpos negros.
Empieza el calor endiablado,
Las deformaciones humanas.

El paso en procesión se hace lento y trágico,
Los cantos muerden el polvo.
Y caminan los cuerpos
A ojos cerrados y sin mirar atrás.

Un muro de lamentos se une a los pensamientos,
Un loco llora salvación e insulta.
Un gigante despierta,
Lo come vivo.

Cuervos despojan los ojos de las almas,
Caballos salpican de fuego los cuerpos.
Al terminar el camino, un aire a morfina
Y un agujero inmenso.

Caminé sin razón
Y cada vez más débil,
Apunto de entrar
Me quede dormido.

Pulsaciones extrañas y una luz,
No dejaron entrar al vagabundo.
Alguien por la noche lo salvó.
Una lira del viento, una mujer…

No hay comentarios: